En la sociedad del conocimiento y del trabajo en red auspiciada por la emergencia de las tecnologías de la comunicación, el aprendizaje y la mejora de la práctica profesional dependen de una correcta gestión del trabajo colaborativo y reflexivo de los propios profesionales entre ellos y con sus entornos reales de práctica profesional.
Estos procesos parten del protagonismo de los propios profesionales que en definitiva son los depositarios de un conocimiento tácito necesario para su práctica profesional. En este sentido se han desarrollado protocolos de actuación para el diseño y optimización del funcionamiento del trabajo colaborativo en las organizaciones que permiten poner en marcha y engrasar esta maquinaria reflexiva y colaborativa con la ayuda de las tecnologías y metodologías de trabajo colaborativo.
Para ello, desde la psicología colaborativa y de la comunicación disponemos de herramientas de facilitación de los procesos colaborativos y metodologías para optimizarlos. La formación, la supervisión, la transferencia de conocimiento y la mejora de la práctica profesional adoptan una nueva dimensión con el enfoque del trabajo reflexivo y colaborativo de los profesionales.