La promoción de la salud en el sentido que le da la psicología positiva y la perspectiva salutogénica fortalece el bienestar de las personas y el funcionamiento creativo y eficiente de las organizaciones de las que forman parte.
Una nueva cultura del empoderamiento de las personas en el cuidado y la toma de decisiones que afectan su calidad de vida, va de la mano de las necesidades que las organizaciones tienen de incrementar su capacidad de aprendizaje, innovación y adaptación a las situaciones de cambio incesante.
Por otro lado, el vínculo y compromiso mutuo entre las personas y las organizaciones no está establecido de manera estable y está sujeto a comportamientos activos de generación de vínculos y compromisos entre las personas y las organizaciones de las que forman parte.
En este sentido, una organización que implementa medidas para convertirse en un agente de salud (organización saludable) se hace mucho más atractiva para personas que tienen entre sus objetivos vitales el florecimiento de sus capacidades y un proyecto laboral que aumente su sentido de coherencia personal.
Personas con un estilo de vida más saludable favorecen la emergencia de organizaciones saludables pero es responsabilidad de la organización crear las condiciones necesarias para que puedan darse los patrones de interacción propios de un estilo saludable de trabajo.
Para ello, la psicología colaborativa cuenta con aportaciones de la psicología positiva, la terapia y el coaching focalizado en las soluciones, y otros modelos de intervención en promoción de la salud (salutogénicos) y de la colaboración que facilitan la creación de organizaciones que no solamente cuidan sino que son generadoras de salud.