La comunicación es la matriz generadora de una vida saludable. Una comunicación sana es una comunicación apreciativa en la que se facilita la emergencia de los valores y los comportamientos más positivos de las personas y por tanto su florecimiento.
El ‘florecimiento’ término utilizado por la psicología positiva con el SEligman viene a sustituir la apelación que en las primeras formulaciones de la psicología positiva se hacía a la felicidad.
El florecimiento remite a una teoría del bienestar, a comprender cuales son los factores asociados al bienestar y por tanto a la salud.
La comunicación permite entrelazar estos tres niveles del empoderamiento, el concepto y los atributos del bienestar y los procesos psicosociales que lo hacen posible.